Por Javier Sánchez, director de ARCORES Internacional
Permanecer en la zona y contribuir a la recuperación de Ucrania. Este es el propósito y el nuevo rumbo del proyecto de “Ayuda a Ucrania” en el que ARCORES colabora con PROCLADE y los misioneros claretianos desde marzo de 2022.
El epicentro del proyecto se sitúa en la pequeña localidad de Truskavets, en la provincia de Leópolis, a unos 100 kilómetros de la frontera con Polonia.
Acompañamiento a refugiados
Por eso, durante los primeros meses, de marzo a junio 2022, el proyecto estuvo centrado en acompañar y ayudar a los refugiados, en su mayoría mujeres y niños, que salían de Ucrania hacia la vecina Polonia.
Se atendió a miles de personas en tránsito con víveres, gasolina, material de aseo e higiene, pero sobre todo dándoles posibilidad de hacer una parada de descanso, consuelo y atención espiritual.
Ayuda a un hospital
Cuando el flujo masivo de salida de refugiados disminuyó, el proyecto, además de seguir atendiendo a los pocos que aun huían hacia Polonia, comenzó a ayudar a un pequeño hospital de la vecina localidad de Borislav, para que pudiera equiparse con aparatos y dotarse de instrumental y medicamentos para hacer frente a un aumento importante de usuarios, muchos de ellos heridos en el frente, con necesidad de cirugías.
A partir de enero de 2023, después de un año de guerra sin visos de final en el horizonte, el proyecto comenzó a llevar alimentos y productos de primera necesidad a la línea de frente del Donbás.
Cada 15 días, el Hermano Tadeuz y un grupo de voluntarios llenaban una furgoneta con estos productos que abastecían a los civiles en la zona de guerra.
Mujeres solas
En junio de 2023, un equipo de PROCLADE visita Truskavets y trabaja con el personal sobre el terreno (religiosos, religiosas y voluntarios) para ver cómo responder mejor a la realidad actual de la guerra.
Esta realidad está marcada por el enquistamiento del enfrentamiento bélico que parece que aún durará tiempo y, sobre todo, por el regreso de muchas refugiadas de Polonia a esta región del oeste de Ucrania.
Estas mujeres que regresan siguen solas, pues los hombres están en el frente. Ellas regresan a sus casas o a viviendas alquiladas en esta zona segura y trabajan por recuperar su vida, la de sus familias y la del país.
Para ayudar a estas refugiadas y poder implicarse en la reconstrucción a largo plazo de Ucrania, el equipo local ha contratado una trabajadora social para valorar las prioridades de estas refugiadas y la mejor manera de ayudarlas: alimentos, combustible de calefacción, acondicionamiento de viviendas, preparación de huertos.
Ayuda psicológica
El censo que se tiene es de 200 familias y se atenderán de preferencia a las más necesitadas. Además, estas mujeres y sus hijos necesitan ayuda psicológica para pasar el duelo y los traumas de la guerra, por lo que se va a contratar a una psicóloga.
El propósito es dar una ayuda y acompañamiento a las familias para que se reinstalen y salgan adelante.
Se siguen necesitando fondos para continuar el proyecto, no nos olvidemos de Ucrania.