«Todas estas cosas que contemplamos son extremadamente buenas, porque las ves en nosotros Tú, que nos has dado el Espíritu para que nos permita verlas y en ellas amarte» (San Agustín, Conf. 13, 49).
El Tiempo de la Creación es una celebración ecuménica de oración y acción que tiene por objetivo proteger la Creación. Se celebra anualmente en todo el mundo, desde el 1 de septiembre (Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación) hasta el 4 de octubre (fiesta de San Francisco de Asís).
También desde ARCORES queremos impulsar que el Tiempo de la Creación en este año 2019 sea parte de la vida de las comunidades y ministerios de la familia agustino recoleta.
El Tiempo de la Creación 2019 es una llamada a:
- Celebrar la bondad de Dios, en la adoración, para regocijarse en que no somos casualidad, sino Gloria del Creador.
- Reflexionar sobre las prácticas que afectan negativamente a la naturaleza, a las generaciones futuras y a los más necesitados especialmente en países empobrecidos.
- Prepararse, hacer seguimiento y apoyar eventos mundiales relacionados, como la Cumbre del Clima de la ONU (Septiembre, 2019), el Sínodo Católico sobre la Amazonía (Octubre, 2019) o la Conferencia sobre el Cambio Climático (Noviembre, 2019).
- Practicar la conservación de la naturaleza, también en ámbitos eclesiales.
El cuidado de la naturaleza es parte de nuestra tradición de vida agustiniana, totalmente unida a nuestro cuidado de los bienes comunes. Para impulsar este elemento de nuestro carisma, invitamos a que, de forma personal, cada uno, en nuestros diferentes contextos (comunidades religiosas, familias, fraternidades seglares, JAR, parroquias, centros educativos, etc.), nos comprometamos con una iniciativa que, desde la sencillez, redunde en un cuidado mayor de nuestro medio ambiente. Podrán ser compromisos relacionados con el ahorro de energía (agua, electricidad y combustible), preferencia por el uso de recursos renovables y separación y reciclaje doméstico de los residuos. De forma personal y comunitaria invitamos a analizar, discernir y adaptar nuestras acciones diarias para adoptar las contenidas en la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco (LS, 211). Todas persiguen la meta de la ecología integral:
- evitar el uso de plástico y papel;
- reducir el consumo de agua;
- separar los desechos;
- cocinar solo lo que razonablemente se puede consumir, y luchar eficazmente contra el desperdicio de alimentos;
- cuidar a los demás seres vivos;
- usar el transporte público o compartir vehículos (caminar o andar en bicicleta);
- plantar árboles;
- apagar luces innecesarias;
- reutilizar.
«Todo esto refleja una creatividad generosa y digna, que manifiesta que lo mejor de los seres humanos(…) puede ser un acto de amor que expresa nuestra propia dignidad» (LS, 211). Ante estas ‘acciones verdes’ asumamos el desafío de hacer que nuestras comunidades resulten ‘comunidades ecológicas’; nuestras parroquias, ‘parroquias ecológicas’, nuestras escuelas, ‘escuelas ecológicas’, e impulsemos un verdadero ‘ministerio ecológico’ en nuestras comunidades. Las ‘acciones verdes’ son simples pero muy importantes para realizar acciones ecológicas ordinarias, que protegerán a nuestra Madre Tierra.
Desde ARCORES hemos elaborado materiales y orientaciones sobre el tema de ecología integral para nuestro uso como parte de la Jornada de Corazón Solidario 2019. Entre ellos, están dos sencillas guías de sostenibilidad destinadas a parroquias y centros educativos que remitiremos en las próximas semanas.
Finalmente, como familia solidaria, sigamos rezando para que termine la «quema» de la región Amazónica, que ya ha devastado la biodiversidad de bosques acabando con tantos seres vivos, incluidos, seguramente, habitantes de la región. Los incendios recientes tendrán repercusión en el planeta. La región con el mayor porcentaje de un hábitat natural próspero, es fundamental para nuestra existencia. La Amazonia es un espacio cercano al corazón de la Orden y de nuestros misioneros. No dejemos de tenerla presente. Que esta sea nuestra oración:
Dios todopoderoso ,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas;
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor,
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, a fin de que vivamos como hermanos y hermanas,
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra,
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores;
para que sembremos hermosura,
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan solo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas,
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias, parque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz. Amen.
Papa Francisco (LS 246)
Incluyamos, también, en nuestras oraciones la intención de nuestros obispos recoletos que, en Roma, del 6 al 27 de octubre, participarán en el próximo Sínodo para el Amazonas en el que se abordaran los problemas y preocupaciones relacionadas con el daño ecológico de la región; y también buscarán impulsar la fuerza de la vida y la misión de la Iglesia: “Estamos llamados como Iglesia a fortalecer el protagonismo de los propios pueblos: precisamos una espiritualidad intercultural que nos ayude a interactuar con la diversidad de los pueblos y sus tradiciones. Debemos sumar fuerzas para cuidar juntos de nuestra Casa Común”, (Documento Preparatorio del Sínodo para la Amazonía: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral, no. 15)
Mediante esta llamada de ARCORES a una celebración participativa del Tiempo de la Creación 2019, podemos revitalizar nuestra fe comunitaria, a través de la oración, la realización de proyectos prácticos para la defensa y cuidado del planeta.
Como nos recuerda el Prior General en su carta para la Jornada de Corazón Solidario 2019: “Se hace necesario un proceso de conversión ecológica que requiere sensibilidad espiritual, discernimiento y apertura para cambiar actitudes y comportamientos. Todos estamos convocados a “sumar fuerzas para cuidar juntos de nuestra casa común”.
Puedes consultar todos los materiales aquí