Gracias al aporte de la Red Solidaria Internacional en el país, la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Chihuahua cuenta con una casa de paso que brinda alimentación y refugio a los inmigrantes.
En la Parroquia de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, en la ciudad de Chihuahua (México), de Agustinos Recoletos, las diversas comunidades parroquiales, grupos y comunidades JAR, se organizaban para llevar comida y ropa de abrigo a los desplazados que por unas horas descendían de “La Bestia”, el tren que atraviesa todo el país y conecta con Estados Unidos; sin embargo, con la justificación de incrementar la seguridad, el gobierno ha puesto mallas o rejas que han disuadido a muchos de ellos de descender del tren en esta zona; por lo que este apostolado que respondía a la urgencia diaria, se ha visto prácticamente suspendido.
No obstante, hace ya casi un año, la misma parroquia ha decidido ofrecer las instalaciones de uno de sus centros pastorales al equipo de Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Chihuahua, donde el agustino recoleto Germán Marquínez es capellán, para la habilitación de una casa de paso que garantice una mejor atención a los inmigrantes.

A los inmigrantes se les garantiza alimentos, ropa, medicinas y albergues para que descansen.
Esta obra, por sus características especiales en infraestructura y permisos gubernamentales, sigue en proceso de construcción. Sin embargo, se espera que ya en un par de meses esté totalmente operativa. Mientras tanto, la familia agustino recoleta que peregrina en Chihuahua, sigue buscando nuevas formas de responder al mandamiento del amor que Cristo nos deja, y a la esencia agustino recoleto de estar y servir siempre donde la Iglesia más nos necesita.
Son jóvenes misioneros filipinos, que comenzaron a trabajar como misioneros después de su ordenación y de sus votos solemnes. Se enfrentaron a los conflictos armados, al temido virus del ébola y a la “habitual” enfermedad del paludismo. Todos sobrevivieron.
Están trabajando en las ciudades de Kamabai y Kamalo. Sellados con el compromiso de transformación espiritual y social, los misioneros filipinos se embarcaron en un programa educativo “Una escuela, una familia, un corazón”, construyendo escuelas primarias, secundarias y vocacionales para los jóvenes africanos, contratando maestros locales; el año pasado se inauguró la Escuela San Pablo de Kamalo, que atiende a todos los niveles, desde preescolar hasta secundaria. Este año, con el apoyo de ARCORES, los religiosos están terminando la primera construcción de una escuela de ladrillos en Sierra Leona.
Se trata de una estructura resistente al clima que se adapta al entorno local del país. “La educación realmente trae consigo el desarrollo integral y la transformación integral entre nuestros hermanos y hermanas en África, dando impacto en sus vidas”, dice el agustino recoleto Dennis Castillo, coordinador de la misión y gerente del proyecto de la escuela. Su presencia y compromiso evocan un servicio bien intencionado a la comunidad, formada por cristianos y musulmanes.
Este mismo mes, la comunidad ha puesto en marcha el proyecto “El agua es vida” en Kamabai, que proporciona una respuesta sostenible y suficiente a la falta de agua y saneamiento en la comunidad. “Tenemos la esperanza de proporcionar más instalaciones para beber a la gente”, afirma el agustino recoleto Jonathan Jamero, que ha vivido con los locales durante más de diez años.
Estos valientes jóvenes son filipinos, que asumen el reto de responder a la llamada de llevar la relevancia del servicio cristiano sin fronteras.
La familia agustino recoleta lleva trabajando por el saneamiento en esta región de Perú desde hace más de 25 años
“El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir”. El Objetivo 6 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas apresura a todos los ciudadanos para trabajar por un acceso universal al agua. Según sus datos, en 30 años probablemente un cuarto de la población viva en escasez de agua. En su empeño por trabajar por el agua limpia y el saneamiento, ARCORES y las organizaciones que forman parte de la red llevan trabajando más de dos décadas para que las personas más vulnerables, que son las que sufren las consecuencias de este grave problema, tengan la posibilidad de acceder al agua limpia y potable.
En la región peruana de Chota, donde las desigualdades en la sociedad son notables, la familia agustino recoleta ha realizado un gran trabajo para que las comunidades campesinas puedan tener agua en sus casas y en sus campos, para su higiene y su substencia. Desde 1992 se han realizado un total de 70 proyectos de abastecimiento de agua y saneamiento que han favorecido a miles de personas de la comarca andina.
Lingán Alta, Bellandina, Utchuclachulit, La Colpa, Bellavista o Surumayo. Son algunas de las 111 comunidades rurales a las que antes Haren Alde y ahora ARCORES ha ayudado con la realización de los proyectos que han permitido que estas poblaciones, donde apenas hay infraestructuras básicas, puedan tener un acceso a agua saludable con la creación de sistemas de agua o letrinas para un mejor saneamiento.
En la comarca de Chota se han invertido cerca de 14 millones de euros gracias a los fondos propios provenientes de donantes y socios y a la colaboración económica de 16 financiadores públicos e instituciones que han permitido el trabajo de la familia agustino recoleta contra las desigualdades y a favor de un agua accesible para todo el mundo.
El equipo de ARCORES Filipinas, en colaboración con la Universidad Recoletos-San José, preparó un programa de ayuda para las víctimas del incendio del 5 de febrero
En su esfuerzo de asistir a las víctimas del reciente incendio en Kamputhaw, en la ciudad de Cebú, ARCORES Filipinas organizó un equipo de respuesta de emergencia para proporcionar paquetes de alimentos a 644 familias que quedaron sin hogar por la tragedia.
Según las noticias locales, alrededor de 2.578 personas fueron evacuadas cuando se produjo el incendio en la tarde del 5 de febrero de 2019. El fuego afectó aSitios Bato, Pig Vendor, y Castilaan en Barangay Ermita, que forma parte del territorio pastoral de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Agustinos Recoletos. Algunos miembros de las JAR -Juventudes Agustino Recoletas- y de las organizaciones de la iglesia parroquial se vieron afectados por el desastre.
Con su programa habitual de servicio a la comunidad, el Instituto de Educación No Formal y Programa de Alcance Comunitario (INFECOP) de la Universidad San José-Recoletos, en colaboración con ARCORES Filipinas, se unieron para ayudar a las víctimas.
Para el reparto de alimentos se utilizaron bolsas de plástico. El presidente de ARCORES Filipinas, Jaazeal Jakosalem, aclaró que, aunque no se debe utilizar plásticos y contra ello trabaja ARCORES, “la difícil situación de las víctimas del incendio es más importante”.
El equipo de ARCORES México ha concluido y entregado la primera de las casas que reconstruirá para los afectados por el terremoto de septiembre de 2017 en Totolapan (Estado Morelos)
El 19 de septiembre de 2017 la casa de Inocencio Gloria Zamora estaba en pie. Minutos después del sismo que hizo temblar el centro de México, su casa en Totolapan (Estado Morelos) era tan solo escombros y ruinas. “Cuando llegué, la casa estaba abajo”, recuerda su hijo Leonardo. “Siento pena porque fue un accidente, pero no pudimos recuperar nada”, recuerda.
Desde entonces, Leonardo, de edad avanzada y enfermo con un dedo del pie gangrenado, se vio obligado a vivir en condiciones infrahumanas. En el espacio donde antes estaba su casa, su hijo solo pudo construirle una pequeña habitación con cartones y chapas. El aseo, tan importante por su enfermedad, tenía unas condiciones higiénicas paupérrimas.
El Gobierno del Estado de Morelos no le incluyó en su plan de ayuda. Según indica Mario Pérez, uno de los vecinos del municipio que ha ejercido de mediador entre los afectados y la autoridad, “los hijos de Inocencio no sabían leer ni escribir”. Por ello, se sintieron asustados y no completaron los procedimientos legales para reclamar la ayuda del Gobierno.
En su plan de reconstrucción, ARCORES México colocó a Inocencio como una prioridad debido a su delicada situación. Así, hace apenas unos meses se comenzó la construcción de una pequeña casa con un aseo, dentro del terreno propio de este vecino. “Era urgente construirle un lugar cómodo donde pudiera vivir y un baño”, cuenta Gustavo Rojas, arquitecto y miembro del equipo de ARCORES en el país. La construcción realizada es pequeña, ya que se espera que se pueda ampliar en los próximos meses con otras dependencias. No obstante, es un gran paso para la vida de Inocencio.
El sábado 8 de diciembre, ARCORES México hizo entrega de la vivienda, una vez concluida su construcción. Leonardo Gloria, que desde ahora vivirá con su padre, firmó el acta de entrega de la casa. Es la primera de las diez casas que la Red Solidaria Internacional tiene planeado reconstruir en el municipio de Totolapan.
Hace unos meses recibía una llamada del amigo Antonio Ojeda para hablarme de un tal “Ángel”, un señor que había conocido cuando era funcionando de prisiones en la cárcel de Logroño. Me hablaba de su amistad con Ángel y de que estaba convencido de su inocencia, que lo habían engañado como a un chiquillo…pero sobre todo de la obra que estaba realizando ahora enviando contenedores llenos de todo lo que le regalaban en sus campañas a favor de los más necesitados de varios lugares del planeta. Sobre todo conseguido en Arnedo, donde vivía ahora, y de sus alrededores…ropa, zapatos, tanques de agua, colchones…y que no hace mucho tiempo había enviado a Huancavelica, Perú.
Como estaba ahora interesado en enviar nuevamente a Perú se acordó de nuestra Red Solidaria Internacional ARCORES y de nuestra labor, especialmente en Chota. Y Antonio me preguntó: ¿Qué te parece?
La verdad que la historia era como para tener reserva, pero por seguir adelante no se perdía nada. Me puso en contacto con Ángel y hablamos varias veces. Él siempre con un temperamento optimista, alegre, familiar, informándome de los pasos que iba dando: “He conseguido esto y aquello…ya tengo lleno un bajo que me han prestado unos amigos… otra llamada que hay que buscar lugar para los palés conseguidos porque me piden el local…
Trasladamos en un camión lo conseguido por Ángel al Monasterio de San Millán de la Cogolla, que también es sede de ARCORES en la Rioja. La verdad es que al verlo parecía interesante cómo iba el proyecto. Meses y meses y todo seguía parado con el entusiasmo de Ángel intacto y con el mío pensando que nos quedaremos a medio camino.
Ángel seguía cada semana llamándome muy entusiasmado con la operación. Por fin los primeros días de noviembre me comunica que ya lo tiene todo listo, que ha llamado a una Naviera que conoce en Bilbao y que hay que cargar inmediatamente el contenedor de 40 toneladas. La operación fue realizada el 9 de noviembre gracias a la comunidad agustino recoleta del Monasterio de San Millán de la Cogolla, de Antonio Ojeda y de Ángel, que siempre puso alma, vida, ilusión y muchos sudores pidiendo y transportando. Desde el 9 de noviembre el contenedor ya se encuentra en Bilbao para ser trasladado al puerto del Callao, en Lima, Perú.
Solo conocía que se llamaba Ángel, nunca lo he visto y me picó la curiosidad. Le pedí por favor algunos datos al buen amigo Antonio Ojeda. Ángel Esparza Bobadilla, nacido en San Adrián, Navarra. De padre navarro y madre riojana, que dice cosas como estas “Quiero invitar a todo aquel que sienta esa inquietud…que es muy gratificante el ponerse al servicio de los pobres. No se puede explicar con palabras la alegría interior que se siente. Tuve la suerte de estar en África, en India con la Madre Teresa y desde entonces no he parado colaborando en la fundación de Caritas de Arnedo, La Rioja. Sirviendo a muchos pobres personalmente, he estado en Perú dos veces y me han enseñado mucho. También en Filipinas. Y mientras Dios me lo per mita seguiré con mis 80 años”.
Niños apadrinados de Chota y sus familiares podrán recibir en unos meses la donación de uno de tantos “Ángeles” que llegan a ARCORES.
Severiano de Cáceres Anaya – ARCORES España
La Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta tiene entre sus objetivos acabar con la pobreza en la sociedad. En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, repasamos cinco acciones que realiza ARCORES para lograr este fin
En los 22 países en los que ARCORES está presente y trabaja, viven miles de personas en situación de pobreza extrema, sin nada que comer ni viviendas dignas en las que vivir. Son los descartados de la sociedad, personas que para ARCORES son prioritarios e importantes. Cada día, siguiendo su ideario, la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta trabaja por la erradicación de la pobreza, que recordamos este 17 de octubre. Lo hace en diferentes países, con obras de distinto tipo y atendiendo a múltiples sectores de la sociedad.
1- Prevención de catástrofes naturales y cuidado de la creación en Filipinas
En Filipinas el mejor ejemplo es el trabajo del RIDEM-Filipinas. El RIDEM es un instituto universitario que trabaja en la resiliencia ante catástrofes naturales de las poblaciones más vulnerables de Filipinas. Mediante diferentes acciones, que además incluyen el cuidado del medioambiente, ARCORES Filipinas y RIDEM ayudan a la población instruyéndola en la prevención de las catástrofes con la creación de lámparas reciclables con luz solar y, tras las catástrofes, proporcionándole ayuda básica.
2- Desarrollo y educación en Brasil
En 2003, para celebrar el centenario de la presencia de los Agustinos Recoletos en Belém -la capital del estado de Pará (Brasil)- se inauguró el Centro social Santo Agostinho para atender a las familias de los barrios periféricos de la extensa y muy poblada parroquia San José de Queluz. Se trata de una vasta población que no cuenta con infraestructuras públicas ni atención de los poderes civiles, ni fuentes de renta continuadas. En el centro tienen a su disposición cursos profesionales de electricidad, corte y costura, planificación y muchos otros que buscan ofrecer una oportunidad laboral para los habitantes de la comunidad; cuentan con consultorios médicos gracias al apoyo de médicos voluntarios de facultades de medicina; y áreas especializadas en infancia, adolescencia y tercera edad, con talleres y actividades de ocio sano y promoción cultural. Al mes se atiende alrededor de 1.500 usuarios.
3- Promoción de la mujer y la igualdad en Ecuador
A Guamote (Ecuador) llegaron las Misioneras Agustinas Recoletas en 1988. Desde el comienzo de su labor han apostado por la ayuda a la población indígena, que supone el 97% del total de Guamote. La principal acción es la de promoción de la mujer: decenas de mujeres acuden diariamente a los talleres de costura, manualidades o repostería, así como a cursos de formación que se realizan en colaboración con la diócesis de Guamote y los Jesuitas. El objetivo es la formación continua (espiritual, social, humana, ecológica y bíblica).
4- Promoción de los Derechos Humanos en Guatemala
Similar a la de Guamote es la labor que realiza ARCORES, a través de los Agustinos Recoletos, en Totonicapán (Guatemala). Con la población indígena se realiza una labor de formación en derechos humanos y de desarrollo. Un 60% de la población son indígenas maya. La pobreza aqueja al 50% y un 15% la sufre de modo severo. Esta lacra se ceba especialmente en la población rural, femenina e indígena. Buscando hacer a la gente protagonista de su historia; promoviendo el conocimiento y ejercicio de los derechos humanos; se hacen proyectos productivos agropecuarios; y se trabaja en vivienda social y microcréditos a emprendedores. Los Agustinos Recoletos coordinan un equipo de 50 personas para todo ello.
5- Protección de la Infancia en Venezuela
El 24 de mayo de 1905 en Maracay (Venezuela) se creó el primer asilo para huérfanos en esta localidad, gestionado por las hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús. Actualmente son 40 las niñas que son atendidas en el centro que cuenta con la financiación de ARCORES Venezuela. Durante estos años, con el objetivo de paliar los efectos de la pobreza extrema, las jóvenes de familias con escasos recursos han recibido instrucción elemental, además de alimentación