En el Amazonas brasileño, en mitad de la selva, el aislamiento geográfico, la economía de mera subsistencia, las deficientes infraestructuras y servicios públicos, hace que aspectos básicos de la vida como la educación, la salud o el trabajo no se desarrollen de una forma positiva. Esto afecta de una forma muy concreta a los menores de edad. Sin una educación de calidad, sin oportunidades de empleo digno de futuro, sin espacios de ocio, en una sociedad machista y violenta, están a merced de bandas, explotación laboral o sexual, actividades delictivas…
Los Centros Esperanza son espacios preventivos que ofrecen a los menores capacitación semiprofesional y artística, apoyan su escolarización, abren espacios amplios y seguros de recreación y les da una comida diaria, en muchos casos el único aporte alimenticio que reciben en todo el día.
Actualmente hay tres centros: Lábrea, Tapauá y Pauiní; atienden entre los tres a unos 700 alumnos en dos turnos (mañana y tarde), dependiendo del turno escolar de cada uno. De esta manera se evita que estén en las calles desocupados. Los talleres son variados según cada centro, pero en general están centrados en enseñanzas artísticas (artesanía, bordado, croché, instrumentos musicales) o semiprofesionales en Lábrea (ebanistería, metalurgia, redes de pesca).
ORACIÓN
Por los pobres y los enfermos, por los prisioneros y los refugiados, por los desterrados, los emigrantes y los que sufren los horrores de la guerra; para que en estos días próximos a la Navidad sientan de alguna forma, la paz y el amor. Roguemos al Señor.
Pon tu mirada en quienes pasan hambre, en los desnudos, en los necesitados, en los peregrinos, en los cautivos; fija en ellos tus ojos. Serán tus portaequipajes en tu caminar hacia el cielo. San Agustín