Parece que fue ayer cuando decidimos preinscribirnos en el Voluntariado Internacional de ARCORES. Ese sueño de ayudar a personas desfavorecidas desde su realidad comenzaba a tomar forma. ¡Qué ganas!
Después vinieron dos formaciones online. Una sobre cómo en ARCORES entienden el voluntariado y otra sobre asuntos prácticos. Nos gustó la idea de que sea siempre en grupo y a una misión de los Agustinos Recoletos. ¡Cuánta gente hay sensible y comprometida! Solo nos vimos la cara pero había buen ambiente.
Las navidades son tiempo de familia. Fue muy bonito compartir con los nuestros el proyecto de hacer voluntariado. Unos se llevaron la sorpresa, otros sentían una sana envidia, pero todos se sentían orgullosos y nos daban ánimos.
Hicimos la inscripción definitiva. ¡Ahora es el momento! Todo cuadra para vivir esta experiencia y aportar nuestro granito de arena especialmente a los más desfavorecidos. Nos esperaban tres encuentros formativos.
El primer encuentro fue el más emocionante. Subidón de adrenalina. Convivir en persona con todos los voluntarios/as. Y, sobre todo, conocer el destino y el proyecto en el que íbamos a participar y colaborar. Brasil, Perú, Colombia, Guatemala y Sierra Leona son nuestros destinos. ¡Manos a la obra!
La formación que hemos recibido ha sido muy completa. Momentos más teóricos (misión y espiritualidad; solidaridad y comunidad; código deontológico y decálogo del voluntario) con momentos más inductivos (encuentros y desencuentros; autocuidado; protección del menor; escucha, acompañamiento y participación; saber comunicar las historias y dar voz a los sin voz) y, momentos para ir preparando y trabajando el proyecto en grupo. ¡Seriedad y compromiso que nunca falten!
Es curioso, parece que somos pocos pero hay gente muy buena de corazón y muy comprometida. No sabemos cómo será la experiencia pero si es tan enriquecedora como el proceso de formación, va a ser maravillosa. Hemos creado un buen grupo. Todos nos hemos puesto la camiseta del voluntariado ARCORES.
Gracias a todo el equipo de ARCORES por su implicación, su motivación y se entrega para que realmente vivamos una experiencia que mueva nuestros corazones y transforme vidas. ¡Ya estamos listos y preparados!