
Una veintena de personas conforman el Grupo FRAMAR, la Fraternidad Misionera Agustina Recoleta, en Las Gabias, en Granada (España), quienes con tesón han conseguido ir ahorrando mes a mes para donar 1.300 euros en junio al proyecto solidario de ARCORES.
FRAMAR se reúne quincenalmente con las hermanas Misioneras Recoletas de la localidad y desarrolla diversas actividades vinculadas a la fe y al amor. De esa manera reciben formación sobre la Misión, los tiempos fuertes en la vida de la Iglesia, la lectio divina, talleres agustinianos, etc. También dedican tiempo a la oración–adoración ante el Santísimo, donde le presentan las necesidades del mundo que sufre y de los misioneros de Chota y sus ahijados, para los que ellas destinan todo lo que pueden ahorrar.
Aprovechando esas actividades, estas personas van dejando en una hucha común los pocos ahorros que pueden conseguir, precisamente para dedicarlos a ayudar. “Esto nos da vida, pues alimenta nuestra fe y nos lleva a la solidaridad y a compartir con nuestros hermanos, los niños, que tanto necesitan”, explica una de las mujeres que participan en FRAMAR.
La pandemia de la COVID-19 ha dificultado sus dinámicas, sin embargo ellas han seguido haciendo su parte por separado en sus hogares. “Hemos estado rezando solas en nuestras casas”, cuentan. “Esto nos ha ayudado mucho, palpamos que nuestro Padre-Dios no nos deja solas, nos lleva en la Palma de su Mano. Por eso confiamos y seguimos confiando en su Amor y Misericordia”.
Ellas insisten en que es poco lo que hacen, pero están contentas. Sin embargo, están equivocadas. Lo que hacen es importantísimo y sus ahijados en Perú se lo hacen saber siempre que pueden mediante cartas y todos. Gestos como este, que parecen pequeños ante ojos de muchos, son los que verdaderamente provocan cambios en el mundo.