La presencia y misión de la Familia Agustina Recoleta en la ciudad brasileña de Fortaleza, capital del estado de Ceará, ha pasado por una importante transformación al comienzo de 2021. Así, han llegado a Fortaleza las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, que hace ya varios años fundaron una casa en Perú, otra en Colombia, y ahora lo hacen en Brasil, aunque su presencia más intensa está en Venezuela, país donde nacieron.
El Hogar Santa Mónica tiene como objetivo la acogida de niñas y adolescentes a las que las autoridades competentes (el poder judicial, principalmente) han decidido retirar de su ambiente habitual de vida por haber sufrido o correr grave riesgo de sufrir algún tipo de violencia o grave conculcación de sus derechos: abuso, explotación, abandono, daños físicos o emocionales, falta de atención…
El Hogar Santa Mónica, con una larga experiencia de más de diez años, ofrece a estas víctimas una atención integral de todas sus necesidades primarias (vivienda, alimentación, aseo, educación, salud), además de ayuda terapéutica, apoyo familiar y elaboración de informes de seguimiento para las autoridades civiles para que tomen la decisión adecuada sobre su vuelta al entorno social y familiar del que procedían.
Entre febrero de 2013 y octubre de 2019, además de los Agustinos Recoletos y del equipo interdisciplinar de atención profesional (psicólogas, educadoras, asistentes sociales), el Hogar Santa Mónica contó con la presencia de una comunidad de Misioneras Agustinas Recoletas. Con la ventaja de pertenecer al mismo carisma y familia de los Agustinos Recoletos, esta comunidad religiosa estaba presente en el Hogar día y noche, asegurando la atención permanente de las beneficiarias con un toque femenino de atención y ejemplaridad.
Sin embargo, en un proceso de reestructuración, las Misioneras Agustinas Recoletas tuvieron que dejar este ministerio y clausuraron su comunidad en Fortaleza. Los Agustinos Recoletos le ofrecieron entonces a las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús la posibilidad de participar del proyecto social con su presencia.
Inicio retrasado
En septiembre de 2019, dos religiosas llegan desde Venezuela y tienen la oportunidad de conocer in situ el ministerio y el proyecto, con el objetivo de elaborar los informes pertinentes para que la Congregación tome cualquier decisión desde un conocimiento más profundo.
Tras los oportunos procedimientos y deliberaciones, las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús fijan como fecha de su llegada al Hogar Santa Mónica el mes de marzo de 2020. Quieren acoger este ministerio desde una gran alegría y esperanza, por representar para ellas un desafío único, la posibilidad de expandirse a un nuevo país y atender a un grupo tan especial de beneficiarias desde la particularidad de este ministerio.
Pero ese mes, marzo de 2020, está marcado en rojo en las agendas: es cuando comenzó la inesperada pandemia. El mundo que conocíamos cambió en cuestión de semanas: se cierran fronteras, se cancelan transportes, consulados y embajadas dejan de hacer trámites.
El viaje y el inicio de actividades en Fortaleza quedaron cancelados hasta este momento. Las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús han firmado un convenio de colaboración con el Hogar Santa Mónica, por el que serán las responsables de todas las acciones directas en la atención a las beneficiarias; por su parte, los Agustinos Recoletos se centran en la gestión, relaciones con otras instituciones, administración y conformación de los equipos de trabajo y de voluntarios.