Perú, con 51189 casos confirmados a 6 de mayo, es el segundo país de Sudamérica con más personas contagiadas, solo después de Brasil. La incidencia es desigual dentro del país, siendo elevada en lugares como Lima, Chiclayo e Iquitos y bastante más baja en la Sierra Andina. En concreto en el departamento de Cajamarca, la incidencia se mantiene baja -322 casos confirmados al 6 de mayo-, a pesar del riesgo que está suponiendo para los habitantes de la región el regreso de personas originarias de la zona que habían emigrado a Lima, Chiclayo, Trujillo, y que han perdido el empleo o la vivienda.
En esta región andina con mucha población rural, dispersa en pequeñas aldeas en las montañas, la radio ha sido siempre el medio de comunicación con más capacidad de llegar a todos los rincones, y aun más en esta situación de pandemia y confinamiento. El consumo de la radio en la provincia de Chota es del 50%.
En la zona abunda el sensacionalismo y el alarmismo tanto en emisoras locales como en redes sociales, impactan en la salud emocional de las personas. En este sentido, Santa Mónica Radio de Chota ofrece contenidos culturales e información contrastada que ofrezca seguridad y confianza la audiencia, además de esperanza y fe necesarias en estos tiempos.
Con este convencimiento, el equipo de la Radio Santa Mónica se mantuvo en los estudios de la radio hasta que en la ciudad de Chota se superaron los 10 casos de contagio. A partir de ese momento, para evitar poner en riesgo al personal y a sus familias, Santa Mónica Radio elaboró un plan de trabajo remoto colaborativo; es decir, por medio aplicaciones online, para mantener la programación haciendo los programas desde casa.
La cuestión técnica tiene su complejidad, pero el sostenimiento económico de la Radio Santa Mónica se ha tornado aún difícil, ya que, desde marzo muchos de sus anunciantes suspendieron su publicidad. Las empresas grandes rescindieron los contratos; no obstante, los gastos de planillas, impuestos y servicios se tiene que mantener. En este contexto difícil la radio de los Agustinos Recoletos necesita de la cooperación para seguir emitiendo. A pesar de los esfuerzos de su director redoblando la oferta de publicidad, incluso pagadera al restaurarse la actividad económica, es necesario inyectar dinero para que siga prestando su voz a los más necesitados en este tiempo de pandemia.
Atendiendo al fin social que realiza más que nunca en este momento la Santa Mónica Radio, en especial para los campesinos más pobres, ARCORES Perú ha decido apoyar a la Radio con un aporte de 1.500 $ al mes, mientras dure esta situación de estado de emergencia. Con este apoyo y el que brinda la Orden de Agustinos Recoletos, así un pequeño aporte del ministerio de educación peruano por ofrecer la Radio Santa Mónica como plataforma para las clases virtuales para los niños y alguna publicidad que se ha conseguido de algunas instituciones locales, la radio sigue emitiendo.
El beneficio de la Radio Santa Mónica
La radio se ha convertido en la mejor aliada de la gente, no solo por la buena información que da, sino por la confiabilidad que tiene, después de más de 27 años en antena. Las fuentes oficiales (alcaldes, presidentes regionales, de salud, etc.) dan a sus periodistas la información correcta y estadísticas por medio de entrevistas todos los días.
Por otro lado, los campesinos llaman a la radio y denuncian irregularidades, problemas, necesidades, etc. Es decir, la radio un factor determinante en el mantenimiento de la calma y la paz social en esta pandemia, y se ha convertido en la voz de los más necesitados. Y, además, con los programas culturales, que la radio ha puesto para formar a los escolares -como: El guardián de libros, Aula educativa y otros programas culturales. -, sigue promoviendo la cultura y la educación de las nuevas generaciones que es un pilar de la radio.
A esto ayudan también los programas religiosos, de entretenimiento y los de personalidad; entre ellos, los programas de los religiosos agustinos recoletos. También para cubrir con la necesidad espiritual de la gente han puesto transmisiones, en directo, de la misa en las redes sociales de la radio y en radio analógica y digital. Su director, Nicolás Vigo, afirma que “si hubiéramos cerrado, el pueblo nunca nos lo habría perdonado”. “Estamos aguantando con alegría y con sentido de humor. Es un reto porque hoy más que nunca hay que cuidar la información y nuestra línea editorial”, dice.