Por tercer año consecutivo, se celebra la Jornada Mundial de los Pobres, una convocatoria puesta en marcha por iniciativa del papa Francisco y que se conmemora en todo el mundo este domingo 17 de noviembre.
El objetivo de la jornada de este año es que seamos «testigos de la esperanza cristiana en el contexto de una cultura consumista y de descarte, orientada a acrecentar el bienestar superficial y efímero» que haga posible «un cambio de mentalidad para redescubrir lo esencial y darle cuerpo y efectividad al anuncio del Reino de Dios».
“La esperanza de los pobres nunca se frustrará” (Sal 9,19) , es el lema de esta III jornada. Las palabras del salmo se presentan con una actualidad increíble. Ellas expresan una verdad profunda que la fe logra imprimir sobre todo en el corazón de los más pobres: devolver la esperanza perdida a causa de la injusticia, el sufrimiento y la precariedad de la vida.
Francisco nos invita a mirar a los nuevos pobres, a ver las violencias que se cometen contra ellos cada día y reconoce una “arquitectura hostil” que busca alejarlos, no verlos, hacerlos invisibles, sin presencia ni voz.
Frente a esa mirada sin esperanza, nos reanima recordándonos que el pobre es “el que confía en el Señor” y esa certeza es la que alienta la esperanza. La esperanza de que Dios actúa siempre a favor de los pobres como el que escucha, protege, defiende, salva…
“La opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha” (Evangelii Gaudium 195) es prioritaria para alentar la esperanza. La caridad no es solamente asistencia, es creer con y desde los pobres, que podemos efectivamente anunciar el Reinado de Dios, que ya está en medio de nosotros animando a la Justicia, la Paz y la Verdad.
ARCORES Internacional sueña con un mundo libre de pobreza, en el que todas las personas y pueblos puedan desarrollarse, sin discriminación alguna, y puedan ejercer su derecho a participar de forma equitativa para mejorar su bienestar. En los 22 países en los que ARCORES está presente y trabaja, viven miles de personas en situación de vulnerabilidad extrema, sin nada que comer ni viviendas dignas en las que vivir. Son los descartados de la sociedad, personas que para ARCORES son prioritarios e importantes.
“Acuérdate del necesitado, pues también tú lo eres; acuérdate del pobre, pues también tú lo eres; por mucho que nades en riquezas, estás vestido con trapos de carne”, dice San Agustín. Todas las personas son pobres en algún momento, material o espiritualmente. Como cristianos, es necesario siempre estar a su lado.
Te invitamos a leer el mensaje completo de la III Jornada Mundial de los Pobres aquí.