La crisis social y económica pasó a ser determinante en el refugio de niños y niñas en Venezuela.
Actualmente el Instituto Agustiniano asiste a 30 niñas internas, quienes por dificultades socio-económicas están bajo el amparo de la Casa Hogar. Son niñas sometidas por la pobreza. Provienen de familias acorraladas por las necesidades más básicas.
Para atender esta realidad, la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ha brindado su apoyo a esta institución y de esta manera seguir ofreciendo afecto y atención integral a las niñas que se encuentran privadas de su medio familiar.
El 5 de julio 1917 nace el Instituto Agustiniano Casa Hogar Doctor Ramon Gualdrón, tras el esfuerzo emprendido por un hombre que dio los primeros pasos para la materialización evangelizadora y educadora en la ciudad de Barquisimeto.
En sus inicios, el doctor Gualdrón tuvo la motivación de construir una casa hogar con la intención de recibir a niñas de escasos recursos que no contaban con un techo propio. Tiempo después, consiguió el apoyo de las Hermanas Agustinianas, de la mano de la beata María de San José, quien le envió un grupo de altruistas mujeres a apoyarlo en el inicio de un proyecto más amplio, que incluía la materialización de un recinto escolar.
Esta breve, pero noble historia, la cuenta la hermana Rosalia Gualdrón, superiora general de la casa hogar, quien señaló que desde sus inicios la casa fue fundada para niñas muy pobres y huérfanas. Además agradeció el aporte de la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta: “con la ayuda de ARCORES hemos mejorado todo, empezando por la alimentación, ya podemos comprar más proteínas y carbohidratos para garantizar una buena nutrición y salud”.
El colegio cuenta con una matrícula total de 457 niñas divididas en las secciones desde el preescolar hasta el sexto grado. Además, 30 de ellas están internadas con todo el apoyo educacional y económico para su formación y de esta manera transformar la vida de estas pequeñas que carecen de cuidado familiar.
Adriana Duran, quien tiene 9 años y es una de las niñas interna en la institución, manifestó: “no hay amor más grande que el de un amigo que da la vida por su hermano, las hermanas lo dan todo por nosotras, nos dan confianza, nos ayudan en todas nuestras necesidades”.
La premisa fundamental de esta casa hogar e institución educativa es seguir con la implementación de la fe para la correcta construcción de los valores ciudadanos, sembrando semillas que dejarán, sin lugar a dudas, buenas cosechas para el futuro.
La institución está abierta a las colaboraciones por parte de las personas que deseen ayudar, empresas y organismos, con el fin de incrementar la ayuda que a diario emana desde sus corazones.