Oralia Sarmas Robles es una joven de Oaxaca (México) que asiste desde hace año y medio a CARDI, allí recibe acompañamiento y la ayuda necesaria para sobre llevar la enfermedad de su hija que mejora progresivamente.
Soy Oralia Sarmas Robles, tengo 16 años y soy de Oaxaca.
Llevo año y medio viviendo en el hospital Infantil con mi hija que desde que nació estamos aquí, vengo a CARDI porque no tengo familiares o conocidos que me puedan apoyar. Mi esposo viene a veces pero la mayoria del tiempo estoy yo sola y salgo del hospital cuando pido permiso, pues como está chica mi niña no se puede quedar mucho tiempo sola. Paso por CARDI para bañarme, a veces a lavar ropa y por pañales para ella.
Con venir para acá por lo menos ya no me siento triste o sola, me despejo un poquito de todo el ritmo del hospital pero me quedo con el pendiente de qué le puede pasar, todo el día andan pasando a revisar en las salas: las enfermeras, los doctores y luego cambian de turno. A veces no se puede dormir bien porque te despiertan para que levantes a la bebé y no se inquiete, y le puedan dar bien el medicamento. Pero qué le hace uno; yo le hecho ganas por ella.
Me dicen que para que se recuepere es sólo con el tiempo. Eso ya me da más tranquilidad y no me importa ya el tiempo que estemos aquí porque se que valdrá la pena.
A veces vengo ya con otras señoras que también están en el hospital con sus niños y nos hcemos compañía. También les digo cómo venirse del hospital hacia acá, porque no conocen CARDI. La primera vez que vine me sentía muy extraña, incluso sentía que se me quedaban viendo mucho pero ya con la práctica me siento en confianza y conozco algunas de las voluntarias, nada más de cara porque no me quedo mucho tiempo luego.
Es un gran alivio venir a CARDI porque sabes que te pueden ayudar.
CARDI es la casa para miles de familias que, con alguno de sus miembros hospitalizados, llegan aquí para recibir apoyo y ayuda integral.