La ONG Ayudafortaleza, miembro de ARCORES España, celebró su tradicional cena solidaria en favor del Lar Santa Mónica con la presencia de José Alberto Moreno, director del centro durante los últimos años
El agustino recoleto José Alberto Moreno ha pasado más de diez años en el Lar Santa Mónica, centro educativo de los Agustinos Recoletos en Fortaleza (Brasil) donde las niñas están a salvo de posibles abusos sexuales. Allí duermen, viven, son educadas y crecen en un ambiente feliz y cuidado. Tras su experiencia, José Alberto Moreno ha regresado a España, de donde es natural, siendo sustituido por José Corcuera.
Cuando se marchó no pudo contener la emoción. “No hay nada más emocionante que ver la cara de felicidad de las niñas del Lar Santa Mónica”, admite. Por eso, cuando se marchó y todas las integrantes de la familia le despidieron, cayeron sus lágrimas al recordar tantos momentos -dulces y amargos-. Su trabajo ha permitido el crecimiento y expansión del proyecto, aunque seguir aumentando sus instalaciones son el principal reto.
Como viene haciendo los últimos nueve años, José Alberto Moreno contó su testimonio e historia en el Lar en la jornada solidaria que la ONG Ayudafortaleza -miembro de ARCORES- organizó en Getafe (Madrid) para recoger fondos y compartir los avances del gran proyecto de Fortaleza. Moreno informó de la instalación de placas solares y nueva iluminación en el centro, gracias a la financiación del gobierno local.
En todo momento recordó que las niñas de Fortaleza son el centro de esta labor de los Agustinos Recoletos. “Por ellas todo tiene sentido”, indicó. Asimismo, advirtió que las dificultades son muchas -en los últimos meses se tuvo que colocar un muro alrededor de las viviendas de las chicas porque eran raptadas para posteriormente ser violadas-. No obstante, agradeció la generosidad de los socios de Ayudafortaleza, que continúan confiando en el Lar Santa Mónica, y les invitó a no abandonarles.