El proyecto Estrella en primera persona

El proyecto Estrella en primera persona

“Para mí ha sido de mucha ayuda la bolsa de alimentos que cada tres meses nos proporciona Arcores consistente en arroz, azúcar, aceite, fideos, cocoa, latas de pescado, avena…eso me sirve mucho para la alimentación tanto de mis hijos como de nosotros, sus padres”, explica Carmen Sánchez, madre de un niño apadrinado gracias al proyecto Estrella de ARCORES en Chota, Perú.

Esta madre de dos, un niño de 11 años y una niña que a penas va al jardín de infancia, asegura que el proyecto les ha cambiado la vida a todos. No solo Jhean Maycol, que gracias a este, ya estudia 5º de primaria, sino al resto de miembros.

Su marido es albañil, pero la inestabilidad y precariedad de este trabajo en el país andino hacen que trabaje en otras tantas cosas. Ella no se queda atrás, hace lo que puede para llevar unos soles a casa, pero la pandemia no ha hecho más que dificultar esta labor.

Gracias al proyecto Estrella, cada tres meses recibe una bolsa de alimentos básicos y, cuando va a por ella, en la parroquia, además de estudiar el catecismo, les ofrecen información sobre salud e higiene. “En la última visita, como ya está extendida la pandemia, nos han dado un paquete de higiene con mascarillas, jabones de tocador y de ropa, crema dental y cepillo, guantes, alcohol para cuidarnos y no contraer la enfermedad”, insiste contenta Sánchez.

Sin embargo, hay algo que preocupa a esta madre. Su hijo comparte cartas cuatro veces al año con su madrina de La Rioja, España, pero con el coronavirus el servicio postal se ha visto afectado en Perú. Cree que eso puede hacer que esté un “poco molesta”, pero aprovecha esta conversación para decirles “que les estamos muy agradecidos y que las familias de Chota que recibimos esos alimentos cada tres meses no les vamos a olvidar y rezamos por ellos”.

SUBIR