El Banco de Alimentos de Panamá, institución de primer nivel en la lucha contra el hambre en Panamá, promovida y liderada por la Familia Agustino Recoleta de Panamá, está teniendo un papel relevante en la crisis del coronavirus en Panamá. El sector empresarial del país, incluidos bancos, ha escogido al Banco de Alimentos de Panamá para coordinar un plan de asistencia alimentaria a familias que están en especial situación de precariedad por las pérdidas del empleo.
La institución, que reúne al empresariado panameño, ha elegido el Banco de Alimentos por ser una institución fiable por la transparencia de su gestión en los cinco años que lleva de recorrido. Este ambicioso proyecto durará en principio cuatro meses y atenderá a 30 mil familias. Con los recursos obtenido, el BAP comprará los alimentos que distribuirá a las familias, ya que tras la pandemia se han suspendido las donaciones de alimentos a la institución.
En la campaña, que se ha llamado “Alimenta una vida”, está colaborando la ciudadanía a través de donaciones a la cuenta del BAP. El Banco está reuniendo un equipo amplio equipo de voluntarios para la distribución de estas ayudas alimentarias que recorre el país entregando los alimentos a ciento cincuenta de las organizaciones con las que la institución tiene acuerdos de colaboración.
Esta campaña se une a la donación por valor de medio millón de dólares de la Fundación Alberto Motta para apoyar los esfuerzos del Banco de Alimentos para avanzar en el sueño del Hambre Cero en Panamá, especialmente en este momento de crisis por el coronavirus.