Nuestros voluntarios de ARCORES España nos cuentan su actividad en la última semana en Filipinas.
Martes, 11 de julio. Graduaciones
El día anterior, los profesores nos habían invitado a la graduación de los niños de la escuela primaria de la isla de Apo.
Nuestra sorpresa fue que, nada más llegar, nos vino a buscar la directora de la escuela, nos colgo un medallón conmemorativo y nos pidió que subiéramos con los profesores, los concejales y el “barangay captain” (alcalde de la isla) a la tribuna de honor. Nos están integrando al máximo en su comunidad.
Una vez terminada la graduación en la escuela primaria, nos invitaron a desayunar y a asistir a la graduación de los chavales del instituto.
Aquí el acto fue aún más pomposo: entramos al instituto desfilando con todas las autoridades locales y, tras escuchar los himnos nacional y local, asistimos a la ceremonia también desde la tribuna.
Tanto los alumnos como los profesores hicieron discursos muy emotivos sobre su paso por la escuela, y uno de los alumnos, que se graduaba, nos invitó a comer en su casa.
Miércoles, 12 de julio. Efectos del cambio climático
Basura en una playa de Filipinas. Foto de ARCORES España
Jana, uno de los consejeros de la isla, nos ha acompañado a visitar las oficinas de la administración local. Allí nos recibió el oficial encargado y nos estuvo explicando muy detalladamente cómo cuidan aquí el medio ambiente y los efectos que están teniendo la contaminación y el cambio climático.
En primer lugar, las mareas están cambiando y han vaciado de arena las playas. Apenas quedan unas zonas rocosas y el agua está llegando ya a las puertas de algunas casas.
En segundo lugar, nos explicó que toda la costa está llena de plásticos y basuras porque lo trae el mar desde las otras islas y los barcos que navegan por estos mares, que aprovechan para vaciar sus depósitos de basuras y desperdicios.
Y en tercer lugar, nos explicó que, desde la administración local, han empezado un programa para dar algunas sesiones en el instituto para advertir a los chavales sobre los peligros y problemas de la contaminación.
Jueves, 13 de julio. Limpiando la playa
De buena mañana hemos ido junto con los jóvenes locales a la playa de Kan-Oran. Lo que podría ser una preciosa playa tropical de finas arenas blancas, solo tiene grandes piedras que son restos de corales destruidos por un tifón que arrasó estas costas hace unos años y se llevó la arena que había.
Justo al llegar a la playa, nos sorprendió una fuerte tormenta tropical de lluvia y viento que nos impidió empezar a la hora prevista.
Una vez amainada, hemos pasado la mañana retirando y seleccionando la basura que había varada en la playa: cristales, chanclas, botellas y resto.
Llenamos seis sacos y, aún así, apenas pudimos limpiar una pequeña parte de la playa. Fue muy descorazonador ver que después de haber recogido tanta basura, no se notaba que habíamos pasado por allí, por la gran cantidad de restos que había acumulados.
Viernes, 14 de julio. En la playa con la comunidad
La siguiente playa en la lista es Cogon, a la que fuimos acompañados también de algunos jóvenes locales.
El acceso a esta playa es bastante difícil, porque la isla de Apo es muy montañosa y hay que subir y bajar dos colinas, que están tan empinadas que, en vez de tener un camino, tienen unas escaleras muy empinadas.
Una vez allí, volvimos a llenar varios sacos con la basura y plásticos que recogimos de las orillas de la playa.
Voluntario plantando árboles en Filipinas. Foto de ARCORES España
Es una lástima que los habitantes de la isla de Apo estén sufriendo las consecuencias de que, desde otras islas y barcos, estén arrojando basura al mar sin ningún miramiento, basura que termina en las playas de esta preciosa isla.
Una vez más, pudimos experimentar la hospitalidad local, porque los residentes en esta playa nos invitaron a un pequeño aperitivo y nos cortaron unos cocos y plátanos para que nos recuperáramos del grandísimo esfuerzo y calor que estábamos sufriendo.
Después de comer, aprovechamos para jugar con los niños de la isla en la playa y en la cancha de baloncesto.
Sábado, 15 de julio. Plantando árboles
Organizado por el padre Charlie, dedicamos la mañana junto con los jóvenes de la parroquia y otros pescadores de la isla a plantar árboles en lo alto de algunas colinas.
Se han elegido especies autóctonas de las islas Bisayas y que no dan frutos para consumo humano pero sí para pájaros y otros animales.
Al terminar, fuimos todos los participantes a la casa de una señora que nos invitó a una ración de “arros caldo”.
Voluntarios jugando con niños en Filipinas. Foto de ARCORES España
No está siendo fácil coger confianza con los niños, pero poco a poco van cogiéndola, y estamos viendo cómo se sienten cada vez más a gusto con nosotros y con más ganas de jugar.
Después de pasar la tarde jugando con los niños que viven cerca de nuestra casa, fuimos con los jóvenes miembros del coro parroquial a ensayar las canciones de la misa del domingo. Fue curioso ver que estaban muy interesados en aprender y cantar “Pescador de hombres”.
Domingo, 16 de julio. Eucaristía
Tras la misa, tuvimos día de descanso.