Apoyo educativo y alegría compartida
Continuamos con nuestra pequeña misión solidaria en este pequeño rincón de Panamá con gran entusiasmo y muchas ganas de aprender y de procurar en todo momento de hacerlo bien de muy diversas formas: en relación al colegio de Nutiví, continuamos con nuestro apoyo escolar en los diferentes niveles. Durante el mismo, acompañamos a los profesores en sus respectivas asignaturas y ayudamos a los alumnos en la realización de las tareas. ¡Y nos dio tiempo a jugar con ellos en el patio!
Tradiciones compartidas y conexiones forjadas
con respecto a la escuela de Bisira, participamos al día siguiente en la celebración de su aniversario mostrando al público presente un baile típico de nuestro país (sevillanas) magníficamente realizado por Mirian y Silvia, así como la degustación de uno de nuestros platos más comunes (tortilla de patata) preparado en este caso por Javier e Iván el día anterior. ¡Simple, ‘voló’! 👌
Y por último, un primer contacto con el humilde orfanato que cubre los municipios de Kankintú y alrededores llamado Nutrehogar – construido en su momento por los agustinos y subvencionado en la actualidad por el estado -, y la visita a algunas familias de la comunidad algunos de cuyos miembros fueron los primeros pobladores que bajaron de las montañas para crear este bello lugar situado a orillas del río Cricamola.
Hacia la mitad del viaje solidario
En resumen, seguimos conociendo un poquito mejor las distintas realidades de esta zona selvática de Panamá y nos mantenemos expectantes por todo lo que nos queda por hacer prácticamente ‘en el ecuador’ del presente voluntariado .