Anclado en el principio de “Kuha sa Kinahanglan, Hatag sa Masarangan” (“Toma lo que necesites, comparte lo que puedas dar”), esta semana, un particular puso en marcha una iniciativa popular llamada “Community Pantry” (Despensas Comunitarias), un carrito de comida o una mesa con productos enlatados, verduras, paquetes de arroz, etc. montados a lo largo de las calles donde la gente puede conseguir lo que necesita.
Aunque Caritas y ARCORES Filipinas ya lanzaron “Kindness Stations” y “Kindness Bakery” (Estaciones de Amabilidad y Panaderías de Amabilidad), ahora estamos apoyando a las Despensas Comunitarias en las islas de Cebú, Bohol y Sipaway. La Despensa Comunitaria es la mejor manera de abordar el hambre en el país. Esta iniciativa se replicó en todo el país y provocó una “revolución de la bondad”. Pocos días después, los militares querían reducir y limitar el surgimiento de “Despensas Comunitarias”, acusando a los organizadores de activistas.
Esta iniciativa es la respuesta al principio básico de la caridad al que el Vaticano II alienta: “La mejor manera de cumplir con las propias obligaciones de justicia y amor es contribuir al bien común según los medios propios y las necesidades de los demás, y también promover y ayudar a las organizaciones públicas y privadas dedicadas a mejorar las condiciones de vida” [Gaudium et Spes, nº30. 1965].