Durante 2017 el fenómeno climático “Niño costero” arrasó Perú. Con fuertes lluvias, provocó uno de los mayores desastres naturales en el país. Más de 100.000 damnificados, 75 fallecidos y 10.000 viviendas quedaron derruidas, así como los sistemas de habitabilidad de muchas localidades. Ante esta situación, ARCORES España respondió con el programa de Emergencia a Perú que recaudó 25,426.27 soles para la asistencia de la población de Los Porongos y Chiclayo
Después de perder el sistema de agua potable que tenía el caserío de Los Porongos por el paso de “Niño costero”, la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta procedió a solucionar el problema de abastecimiento del vital líquido para la población. El presupuesto de ARCORES España para este proyecto fue de 78.743.00 soles en materiales de construcción, maestro de obra, fletes, expediente técnico, ingeniero y personal.

Inauguración y bendición del sistema de agua potable de Los Porongos
Además del sistema de agua se les ha brindado capacitación SABA (Saneamiento básico) a la JASS (Junta Administradora de Servicios de Saneamiento) para la sostenibilidad de dicho proyecto y sesiones educativas sobre hábitos saludables y cuidado del medio ambiente a la población en general.
San Juan de Licupis, el distrito que está entre los más pobres y menos habitados de la provincia de Chota, fue el más afectado por la furia de este fenómeno natural. El jardín de niños, el deficitario sistema de agua y los caminos y accesos al lugar quedaron devastados por las lluvias torrenciales de “Niño costero”. La comunidad de Palo Blanco también fue afectada por las inundaciones que desaparecieron los sembríos de caña de azúcar que tenían en la localidad.
El Prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, el vicepresidente y el director ejecutivo de ARCORES han compartido un encuentro informativo en el que ha hablado sobre la labor de la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ARCORES en su primer año de vida
ARCORES ha sido presentado este viernes a los medios de comunicación de España. Con la recién presentada campaña de socios, el Prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, Miguel Miró, junto al presidente de ARCORES España y el director ejecutivo, ha presentado el nuevo proyecto solidario de la familia agustino recoleta que trabaja desde el pasado año y que progresivamente está ampliando su labor a más países. El proyecto, según ha explicado, surgió en 2016 dentro del proceso de revitalización de los Agustinos Recoletos. “Esta revitalización incluía también nuestra labor con los pobres. Por eso el Capítulo general decidió la creación de ARCORES”, ha dicho.
La Red Solidaria Internacional aúna los proyectos, iniciativas, instituciones y obras sociales de la familia agustino recoleta en todo el mundo. Es algo que, según Miró, era necesario: juntar fuerzas y unir toda la acción social bajo un mismo paraguas. “Trabajar de manera organizada es parte de la comunión que nos pide el Papa Francisco que realicemos”, dijo.
Junto a Miguel Miró han intervenido Simón Puertas, agustino recoleto y presidente de ARCORES España, y Javier Sánchez, director ejecutivo de ARCORES. Ambos han coincidido en que la Red Solidaria Internacional trata de “responder al reto de la Iglesia”. “Toda la familia agustino recoleta estamos juntos en la misión de la Iglesia”, ha dicho Simón Puertas, en referencia a todas las congregaciones y movimientos que forman ARCORES: las Misioneras Agustinas Recoletas, con misiones en diez países; las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, que realizan obras sociales muy necesarias para la gente en Venezuela y Colombia; las monjas Agustinas Recoletas de los Enfermos, presentes en Colombia y que realizan una labor muy importante con los enfermos de cáncer; las Monjas Agustinas Recoletas de clausura; y las Augustinian Recollects Sisters de Filipina; así como las fraternidades seglares agustino recoletas y las juventudes agustino recoletas.
Por su parte, Javier Sánchez ha informado que son ya 150 iniciativas las que conforman ARCORES. La unión de proyectos propiciará que este número aumente, según ha dicho. El mejor ejemplo, según ha indicado, es el de Venezuela. En este país se puso en marcha la campaña ‘Unidos con Venezuela’ el pasado año, buscando el apoyo de la familia agustino recoleta de todo el mundo, y se ha conseguido aumentar de 12 a 25 las obras sociales que ayudan a los venezolanos. ARCORES está ya presente en Brasil, Colombia, Costa Rita, España, Filipinas, México y Venezuela.
Asimismo ha sido presentada a los medios la nueva campaña de socios de ARCORES España, que tiene a seis niños como protagonistas y que llama a la sensibilidad y colaboración de la familia agustino recoleta.
Sobre Venezuela, el General de los Agustinos Recoletos ha asegurado que “la realidad es dura”. La gente se ha habituado a vivir en esta grave crisis, lo que en su opinión es lo más complicado. Ante esto, ha indicado que “dentro de nuestras posibilidades, intentamos estar cerca de la gente”. En esta línea ha asegurado que mantener los centros educativos en el país está siendo complejo, aunque no desistirán.
Randy Campos es postulante agustino recoleto y vivió recientemente la experiencia de voluntariado en CARDI. Así es su testimonio
Vivir la experiencia de ser voluntario como parte de mi formación de postulante, me ha permitido conocer la labor pastoral de la Orden aquí en México.
Mi nombre es Randy Josué Campos Porras soy postulante en Costa Rica y vine a CARDI por dos semanas antes de ir de misión a la sierra gorda de Querétaro con los jóvenes de la JAR.
Estuve en casi todos los servicios como el dispensario acomodando medicamento por fecha de caducidad y luego por especialidad, en el pan por la mañana en el hospital Infantil y por la tarde en Urgencias del hospital General que están aquí cerca de CARDI con gente que viene como yo de fuera de la ciudad y en las entrevistas que les hacen a los beneficiarios cuando recién llegan a pedir apoyo de algún servicio les hacen como una acogida, escuchándolos, en ese servicio la verdad se me hizo muy difícil y eso que sólo acompañé. Pero, es que de verdad hay historias que te tocan el corazón por lo difícil de sus situaciones y que te das cuenta de la diversidad de carencias que se puede llegar a tener.
Estar en CARDI es una entrega total desde el corazón, que te lleva a servir a gente que no conoces.Tenía ya la esperanza de volver acá desde hace dos años que sólo fue una visita rápida y el contacto fue muy rápido.
Ahora que es mi último día me doy cuenta de la responsabilidad de levantarme todos los días y experimentar la parte voluntaria, que es lo que hacen normalmente los voluntarios que vienen y dan su tiempo dónde sea que se encuentren. Lo dejan todo por venir un momento a compartir.
Me proyecto que puedo seguir compartiendo con un todo como postulante desde mi comunidad hasta la comunidad de la iglesia, pues aquí vivi la comunidad que es el carisma Recoleto con la gente que esté en el momento e intentas abrirte a mas diversidades de comunidad con los voluntarios, con las personas que acompañas aquí com beneficiarios y los que ves en el hospital, al mismo tiempo con los frailes y trabajadores de aquí mismo, verlos todos los días y platicar un rato te diversifica.
Me llevo un testimonio de una señora en el hospital me contaba que vive el dolor con alegría, eso lo comparo a mi propia vida pensar en que no soy yo quien presta el servicio, sino más bien es más lo que recibo de mi comunidad del postulantado, mis hermanos son los que me dan todo y que recibo de ellos ese servicio que tratan de darlo en las buenas y en las malas, cuando están enfermos o no se encuentran bien y eso me hacer ser. Yo también doy lo que puedo, esa es mi parte en la historia. Y cuesta darse cuenta hasta que lo vives con gente que no conoces, te hace salir de ti mismo.
Me voy profundamente agradecido y feliz.
La organización destacó su preocupación ante el acelerado índice de homicidios, una de las principales causas del éxodo masivo de venezolanos.
Amnistía Internacional, una de las instituciones más reconocidas en la defensa de los Derechos Humanos a escala internacional, publicó un informe este 20 de septiembre, donde indica que Venezuela es uno de los países más violentos, con una tasa de 89 homicidios por cada 100.000 habitantes, según datos recogidos en 2017.
Esta tasa de homicidios es la segunda más alta del mundo después de Siria, donde se registra una prolongada guerra civil, con intervención internacional.
La organización señala, además, que en el país no se castiga 90% de los homicidios, lo que configura una de las mayores tasas de impunidad de América Latina. El reporte titulado “Esto no es vida”, apunta que la situación de la vigencia y respeto de los Derechos Humanos en el país es alarmante.
El informe de la organización defensora de los DDHH desarrolla una victimología de la violencia en Venezuela donde se destaca que 95% de las víctimas de asesinato en 2017 fueron hombres; 60% de las víctimas tenían un rango etario entre 12 y 29 años; más de 80% residentes en sectores populares; y más de 50% padres de niños pequeños y con estudios secundarios.
Crisis humanitaria
El reporte también hace referencia a la falta de acceso al derecho a la salud y a la alimentación, como consecuencia del alarmante desabastecimiento que sufren a diario los venezolanos.
“Estamos viviendo una de las crisis de magnitudes más grandes en materia de la problemática de migración forzada en la región”, manifestó la directora de Política y Justicia Internacional de AI en Argentina, Mariana Fontoura Marques, quien presentó el informe junto a Beltrán.
Los indicadores revelados por el organismo de derechos humanos son realmente alarmantes.
En 2017, el 87% de los venezolanos se encontró en situación de pobreza, mientras que el 61,2% estuvo en la pobreza extrema. La hiperinflación en la que se encuentra sumido el país claramente contribuyó a que más personas hayan caído en la pobreza. Para fin de año, la estimación inflacionaria del Fondo Monetario Internacional (FMI) es de casi un millón por ciento.
Estos déficits económicos logrados por las políticas del régimen también llevaron al peor desabastecimiento en la historia del país. Entre 2013 y 2017, se registró un 76% menos de importaciones de alimentos, mientras que el último año hubo un 85% de escasez de medicinas, de acuerdo a cifras de la Federación Farmacéutica Venezolana.
Ante este contexto, Fontoura Marques advirtió que “la crisis de Venezuela tiene un impacto importante para la región” y realizó un “llamamiento a la solidaridad internacional y al compromiso con la responsabilidad compartida”.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, al menos 2,3 millones de personas se fueron de Venezuela en los últimos años. Desde 2015, huyeron al menos 1,6 millones. De esa cifra, el 90% se recluyó en países sudamericanos, siendo Colombia (850.000-1.000.000), Perú (414.000) y Ecuador (250.000) los mayores receptores.
“La ONU ya está comparando esta crisis con las graves situaciones del mundo, como el caso del Mediterráneo”, apuntó Fontoura Marques. Beltrán, por su parte, recordó que Siria, después de más de siete años de guerra, tuvo más de cuatro millones de desplazados, mientras que, en los últimos dos años, más de dos millones de venezolanos huyeron de la crisis, según datos de ONU.
“La salida de la crisis exige un apoyo internacional”, aseguró la directora de Política y Justicia Internacional de AI en Argentina, y luego enumeró algunas medidas que se podrían aplicar para la recepción de venezolanos: “Garantizar el acceso al sistema de protección; garantizar el acceso a los derechos sociales, a los servicios públicos de cada país donde están; facilitar los trámites migratorios; compromiso a la no devolución de las personas; y solidaridad internacional a los países que están recibiendo”.
Lee el informe completo en: http://link.aiven.org/vida
ARCORES España ha apoyado la labor de la Red Solidaria Internacional en Venezuela donando y enviando medicinas y material sanitario.

Un equipo multidisciplinario de ARCORES Venezuela trabaja arduamente para monitorear la dura realidad del país y canalizar los aportes necesarios. La ayuda humanitaria recibida será repartida entre las obras sociales de la Red Solidaria en el país.
Mi nombre es Rodolfo Mutio Ruiz, tengo 19 años. Desde niño he estado en CARDI. La idea nació en la Pastoral Social en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de los Hospitales. Cuando empezó, estábamos en una bodega pequeñita y acomodábamos ahí el poco medicamento que teníamos. De ahí nos mudamos a la casita que está a un lado de lo que hoy es actualmente el edificio de CARDI.
Acomodando el medicamento en anaqueles de especialidad Analgésicos, Antibióticos y Respiratorios, se inició con el servicio de regaderas y de lavadora de ropa, así como una pequeña ludoteca donde se daban terapias de apoyo emocional. A los 9 o 10 años empecé a ir al café que reparten los voluntarios de CARDI en los hospitales.
Recuerdo muy bien una ocasión que me tocó profundamente. En Urgencias pude ver a una señora mayor bajar de una ambulancia, en condiciones críticas. Recientemente había muerto mi abuela. Entonces lloré mucho y tuve que dejar un tiempo ese servicio. Lo retomé en cuanto estuvo en funcionamiento el nuevo edificio.

“Tengo presente que el servicio debe de ser con la mayor humildad posible, pero también que de los errores se aprende como persona y como voluntario”.
Mi servicio ha pasado más en el dispensario de medicamentos y en “unidos por un pan”, que trata de llevar pan y café a los hospitales y dar a conocer la institución para quienes necesiten los servicios. En el dispensario empezé eliminando medicamentos, que antes consistía en sacar las pastillas de los empaques caducos.
Ahora se realiza por medio de una empresa que viene a por ellos. Luego comencé a ordenar por especialidades y ya después tuve la oportunidad de surtir recetas, pues aún no tenía la edad para estar en el servicio como tal. Ahora que ya la tengo, hago todo: atender a la gente, surtir medicamento, acomodar y saber un poco de algunos de ellos, no todos porque si es complicado la verdad.
En sí mi vida está muy ligada con CARDI. He visto crecer de ese poco a lo que ahora tenemos; ha sido en muchas ocasiones un refugio para mí y un estilo de vida; el hacer las cosas desde el corazón; convivir con gente de otra edad. Tengo presente que el servicio debe de ser con la mayor humildad posible, pero también que de los errores se aprende como persona y como voluntario.
Conflictos entre países, crisis económicas y cambios climáticos entre las principales causas del aumento del hambre en el mundo.
Según el informe bienal sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, se ha pasado de 804 millones de personas afectadas por la subalimentación en 2016 a unos 821 millones en 2017, volviendo a los niveles de 2010.
Los datos de la ONU confirman la tendencia del crecimiento del hambre después de que en 2016 aumentara por primera vez en más de una década por el impacto de conflictos y desastres naturales.
Esta vez han influido el menor consumo de alimentos por personas en algunos países y la mayor desigualdad en el acceso a los alimentos en otros, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
África volvió a ser el continente con la mayor prevalencia de subalimentación, que afectó a más de 256 millones de personas (un 20 % de su población), entre otros motivos por el impacto de fenómenos meteorológicos extremos y conflictos en diversas regiones.
América Latina y Caribe: desaceleración ecónomica y hambre
El hambre creció en 2017 en América Latina y el Caribe hasta afectar a unos 39 millones de personas debido a la desaceleración económica en Sudamérica, marcada especialmente por el caso de Venezuela.
Ante este escenario, la ONU pide más esfuerzos de adaptación y reducción de los efectos del cambio climático, así como prestar más atención a los grupos más vulnerables (como lactantes y menores) para poder acabar con el hambre y la malnutrición en el mundo para 2030, como fija la agenda de desarrollo sostenible.
La realidad de gran parte de la población infantil en el mundo es muy complicada: situaciones de desnutrición, trabajos forzados, exclusión social y abusos de diferentes tipos. Los niños en las calles de Cebú (Filipinas) no son una excepción y también sufren de multitud de precariedades.
Como respuesta a esta situación, ARCORES Filipinas junto a la Universidad San José Recoletos de Cebú lleva tiempo desarrollando el proyecto la “Mesa de San José”, dirigido a los niños de la calle cebuanos. Cada semana, alumnos de la Universidad dedican su tiempo a preparar y servir comida a los niños y sus familias. Richar Hao, docente de la especialidad de Hostelería y uno de los responsables del proyecto, destaca que “tan importante como alimentar a estos niños con alimento material es el alimento de sus almas”.

Beneficiados de la Mesa de San José en Cebú, Filipinas.
El agustino recoleto Jaazeal Jakosalem, director del Instituto de Educación No Formal y Programa de Extensión Comunitaria (INFECOP) declaró que “el hambre sigue siendo el problema número uno en el país”. Además, que esta iniciativa es una “respuesta institucional al problema. Simplemente no podemos cerrar los ojos “, agregó.
La Dra. Joan De Catalina, supervisora del INFECOP ha indicado que los beneficiarios del programa de distribución de alimentos son habitantes de las calles circundantes como Magallanes, Borromeo, León Kilat e incluso hasta la zona Colón.
Esta iniciativa conjuga una de las prioridades estratégicas de la Red Solidaria Internacional: la promoción de los derechos de la infancia. Siguiendo los valores agustinianos, dan calor y cercanía a niños indefensos y expuestos a una cruel realidad.
Un grupo de 42 jóvenes de las Juventudes Agustino Recoletas de España realizaron juntos el Camino de Santiago. Una experiencia de fe y de solidaridad, ya que han destinado parte de sus fondo a ARCORES. “Caminando, hemos sentido que formamos parte de un corazón aun más grande, que son las JAR de todo el mundo”
Todo camino es emprendido con ilusión y en su transcurso hay dificultades y alegría, más aún si se hace acompañado. Así es como 42 jóvenes de las Juventudes Agustino Recoletas (JAR) de España realizaron durante el mes de agosto el Camino de Santiago: unidos en una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios. En grupo y llegados de distintos puntos del país -Granada, Guadalajara y Sevilla-, los jóvenes de las JAR de España disfrutaron de siete días de comunidad, viviendo una auténtica experiencia de fe. Y solidaria, porque el grupo ha donado una generosa cuantía a la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ARCORES para su labor en Venezuela.
Parte de la inscripción ha sido destinada a los proyectos del programa ‘Unidos con Venezuela’ de ARCORES. A este cantidad se han sumado las donaciones que han realizado los ayuntamientos de cinco municipios -que permitieron la pernocta del grupo de peregrinos a cambio de donar su coste- y las aportaciones adicionales que la mitad de los jóvenes caminantes han realizado. Manuel Espejo ha sido, junto a Daniel Ruiz, el organizador de la peregrinación de las JAR. Él cuenta por qué han caminado de forma solidaria: “No queríamos hacer solo el camino. Sabemos cuál es la situación de nuestros hermanos de Venezuela y queríamos ayudarles en esta experiencia”. “Hemos caminado junto a Venezuela”, resume.
En enero surgió la posibilidad de que las JAR organizaran e hicieran el Camino de Santiago. Fue durante la reunión del Secretariado de Vocaciones y Juventud de la Provincia Santo Tomás de Villanueva. “Queríamos hacer un encuentro nacional de las JAR y recuperar esta experiencia porque une y porque la gente lo pedía”, dice Manu. La acogida fue magnífica. Muchos jóvenes no tardaron en inscribirse y hacer posible la convivencia. El apoyo de la Asociación Amigos del Camino facilitó convertirlo en realidad.
Así, los 42 jóvenes comenzaron el 19 de agosto su camino desde Vilar de Barrio (Ourense), con la mirada puesta en Santiago de Compostela y con la ilusión de compartir y convivir. “La experiencia ha sido increíble”, confiesa Manuel, que continúa diciendo: “La sensación ha sido de unidad y comunidad en todo momento”. Esta unidad dice que ha sido palpable concretamente en los momentos de reflexión y oración, que había sido preparados por Nacho y Paloma. “Es lo que nos ha caracterizado como jóvenes agustinos recoletos; nos sentíamos comunidad en Cristo, nos juntábamos con alegría a meditar y a orar y todo fluía”.
“Un corazón engrandecido”
Como en todo camino, hubo momentos de dificultad. Manuel recuerda la llegada a Orense, asfixiante por las altas temperaturas, las ampollas y otros males del camino. La unidad también estaba presente en los momentos malos. Acompañado de Carlos y del agustino recoleto Nicolás Caballero, fue posible concluir la etapa. “La etapa se hizo muy larga pero todos nos animamos y nos apoyamos”.
Unidos llegaron las Juventudes Agustino Recoletas a Santiago de Compostela para encontrarse con el Apóstol. “Fue muy emocionante, nos sentimos muy acogidos”, relata. Los primeros esperaron a los últimos para entrar juntos a la plaza del Obradoiro cantando y disfrutando del final de una gran experiencia. En la eucaristía del peregrino también estuvieron juntos. “Todo el mundo nos lo decía: ‘Se nota que es una auténtica comunidad’”.
Y tras el camino, ¿qué ocurre en el corazón de cada peregrino que, en comunidad, llega a Santiago? “El corazón se queda engrandecido y satisfecho”, cuenta Manuel. “Caminando, sentí que formamos parte de un corazón aun más grande, que son las JAR de todo el mundo; sintiéndonos, además, Iglesia”.