Ofrece oportunidades educativas y de formación profesional
El Proyecto Cambio de Juego forma parte de las políticas públicas del Gobierno del Estado de Ceará para adolescentes, mediante la oferta de actividades sociales, culturales, deportivas y de cualificación profesional, además de incentivar el regreso a la escuela de quienes han salido de las aulas por desinterés o desgana. Este proyecto también incentiva acciones para fortalecer los lazos familiares y comunitarios.
El proyecto se enmarca en el Programa Superación, que pretende reinsertar a los beneficiarios en el ámbito escolar, además de promover oportunidades de formación profesional: en definitiva, se trata de sacar a los adolescentes de la calle, ofrecerles un aprendizaje y promover en ellos una visión diferente de su propio futuro, un cambio en su propia forma de ver la vida.
Jóvenes entre 15 y 19 años
El público objetivo de las acciones de Cambio de Juego son jóvenes entre 15 y 19 años, que no trabajan ni estudian, de hasta 28 barrios diferentes de Fortaleza. Cuatro de las beneficiarias del Hogar Santa Mónica de 15 años o más son ya parte de este programa.
El Hogar Santa Mónica intentará que todas sus beneficiarias en este arco de edad puedan participar de Cambio de Juego, ya que contribuye mucho a capacitarlas para tener una vida independiente, digna, con una profesión y la capacidad para construir su propio futuro.
Révia Costa es la gerente del área 01 de Cambio de Juego en Fortaleza, y describe los principales desafíos que debe superar el proyecto: “Tenemos varias dificultades: primero está el tema territorial, porque lamentablemente los jóvenes de Fortaleza no pueden desplazarse libremente por todos los espacios de la ciudad, así que el equipo debe ser consciente de las limitaciones territoriales en cada caso para velar de forma correcta por su seguridad”.
Grupos armados
La ciudad de Fortaleza tiene varias áreas geográficas bajo el control de grupos armados de la delincuencia organizada. Cada residente dentro de un área es identificado como un posible enemigo por parte de las otras facciones, por lo que en la práctica no hay libertad para moverse dentro de la ciudad. Al entrar en un barrio controlado por otro grupo, cualquiera puede ser amenazado, detenido, agredido o incluso asesinado.
Hogar Santa Mónica, un lugar especial
El Hogar Santa Mónica de los Agustinos Recoletos en Fortaleza es un lugar muy especial. Se trata de un espacio vital donde niñas y adolescentes que han sufrido o corrían grave riesgo de sufrir violencia, abuso, explotación, desescolarización o cualquier tipo de agresión son internadas por orden de las autoridades competentes para recibir terapia, educación reglada, un lugar donde cubrir todas sus necesidades materiales y emocionales.
Las condiciones de sus beneficiarias, por tanto, son muy diferentes a las de los demás jóvenes y adolescentes que participan en Cambio de Juego. Révia nota en esto algunas ventajas para esta alianza institucional que ya ha comenzado: “Nos dimos cuenta de que la participación de las niñas del Hogar Santa Mónica en Cambio de Juego las ha empoderado, en el sentido de que tienen un dominio personal sobre el tiempo y el lugar, salen a otros lugares de aprendizaje o de trabajo como medio de garantizar su futuro. Esto les otorga cierta libertad que usan con la responsabilidad de percibirse, de conocerse, de aprender cosas; salen de su mundo cotidiano estructurado y reglado para tomar un autobús e ir solas al curso, a hacer deporte, crecer como personas viéndose algo más adultas. Además, Cambio de Juego les proporciona una beca monetaria con la que pueden comprarse pequeñas cosas que les gustan, les inicia en la práctica del consumo responsable y de saber administrarse sus propios bienes. Todo en su conjunto es un verdadero empoderamiento, una nueva perspectiva para su futuro, que hasta entonces lo percibían con dudas”.
Révia ya ha vivido historias dentro de Cambio de Juego que se han convertido en toda una motivación para seguir luchando por esas vidas mediante este proyecto: “Teníamos una chica muy involucrada en su barrio, que no estudiaba, no trabajaba, se pasaba el día durmiendo y por la noche con los amigos en la acera de la calle jugando, organizando fiestas. En Cambio de Juego se mostró muy participativa de principio a fin, de manera que al final del curso obtuvo un puesto de becaria en el Banco do Nordeste. Hoy está matriculada en una Facultad de Administración. Hemos seguido su evolución y sus perspectivas han cambiado del todo. Para mí, personalmente, es una gran satisfacción, un factor motivador, sentir que es posible transformar esas vidas que eligen el camino de la ciudadanía y de creer en sí mismas”.
De las cuatro beneficiarias del Hogar Santa Mónica, dos estudian Administración, una Maquillaje y otra Manicura y Pedicura.