Panamá tiene todas las condiciones para avanzar de manera estable hacia la meta número dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: erradicar el hambre para el año 2030.
Además de tener una sólida economía, posee una riqueza natural extraordinaria. Pero la tierra panameña no puede dar todos sus frutos si quienes la habitan siguen sufriendo hambre. Actualmente, según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cerca de 400 000 panameños padecen subalimentación, lo que supone casi el 10 por ciento de la población.
La situación es aún peor entre los niños menores de cinco años, de los cuales el 19 por ciento sufre desnutrición, y para los pueblos indígenas del país, donde el hambre afecta al 60 por ciento de la población.
Para contrarrestar esta realidad, la familia Agustino Recoleta de Panamá ha apoyado al Banco de Alimentos en diversas ocasiones a través de su Fundación Monseñor Martín Legarra OAR y ARCORES, así como con el trabajo cotidiano de voluntarios procedentes de sus ministerios.
El Banco de Alimentos surge en el año 2014 por iniciativa de la Parroquia de San Lucas de los Agustinos Recoletos en la capital panameña, para la lucha contra el hambre y la carencia de alimentos. Una de sus obras es un servicio diario de 1.500 desayunos para niños con graves carencias nutricionales en Bocas del Toro; en otra, apoya programas de formación en hostelería y restauración para jóvenes de entornos marginales.
También tiene una importante labor de concientización de la sociedad panameña para reducir el desperdicio de alimentos; y promueve el compromiso voluntario de personas, empresas y organizaciones para terminar con el hambre en el país.
Cerca de 20.000 platos de comida se han podido preparar gracias a los 6.602 dólares reunidos en la urna del Banco de Alimentos a la salida de las misas del templo parroquial San Lucas. El acumulado de estos primeros siete meses del año 2018 suma un total de 47.157.14 dólares que hacen un total de 141.471 platos de comida que se han podido distribuir a las distintas organizaciones beneficiarias.
Con tu apoyo y solidaridad iremos cumpliendo el objetivo de “alimentar más panameños” y de esta manera acercarnos al sueño del hambre cero en Panamá.