La enfermedad producida el coronavirus, con las medidas de precaución que se aplican a los enfermos (aislamiento, cuarentena…), ha sido un duro golpe emocional tanto para los afectados como para sus familiares. Esto es lo que ha impulsado a ARCORES Argentina a buscar vías para ofrecer apoyo psicológico, social y espiritual a todas estas personas.
El objetivo era establecer un equipo multidisciplinar de voluntarios especializados en psicología, asistencia social, catequesis, educación, etc. Sin embargo, las circunstancias derivadas de la pandemia han dificultado tal iniciativa, y no ha sido posible llevarla a la práctica.
Las secuelas serán difíciles de borrar. De ahí que este programa se iniciará tan pronto como las restricciones de movimiento y reunión se reduzcan. Está previsto que su duración del programa sea, al menos, de un año.
Reflexión
En este tiempo de la pandemia nos enfrentamos a una realidad que nos duele, nos duele porque nos ha alejado no solo de los seres que amamos y están cerca de nosotros, sino de muchas personas que necesitaban ser escuchadas, o que tenían necesidad de un abrazo, de consuelo o de una sonrisa. Este tiempo de cuarentena nos enseñó, a la fuerza, a vivir con nosotros mismos, nos permitió sumergirnos en el interior del corazón y del alma para abrazar nuestras limitaciones, fue un tiempo de encuentro y de replanteamientos ¿Qué es lo que me pide Dios en este momento? La fragilidad humana nos ha colocado frente a nuestra finitud y nos ha recordado que la vida es prioritaria y que nos necesitamos los unos a los otros para poder salir adelante, especialmente que hay muchos hermanos que necesitan de una mano solidaria y de un corazón como el de Jesucristo que ama sin condición.