En Venezuela, existen pueblos olvidados y sumidos en el abandono ante la grave crisis social y económica que atraviesa el país. Entre ellos, Atapirire, Múcura y Boca de El Pao, ubicados en las extensas sabanas y zona tórrida del Orinoco en el Estado Anzoátegui.
Estos tres sectores son los más precarios y de pobreza extrema. Sus calles con deterioro en el pavimento, las casas en estado de abandono y las condiciones infrahumanas en que viven sus habitantes con escasez de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad. Así como las fallas de energía eléctrica y comunicación que impide el trabajo productivo y el desarrollo normal de la vida cotidiana, atentando contra la dignidad de las personas.
Allí la familia Agustino Recoleta está presente gracias a la loable labor de las Hermanas Misioneras Agustinas Recoletas de la vicaría parroquial San Agustín. Tres son las valientes hermanas que han optado por seguir acompañando al pueblo, al más marginado de Venezuela. Guadalupe Martínez, Teresa de Jesús Castaño y Lucelia Ramírez siguen entregando la vida y buscando bienes para que otros también los tengan.
Con el sentir agustiniano y trabajando en red, ARCORES extendió su mano amiga para atender a estos caseríos que viven en situación de vulnerabilidad económica y social: El proyecto de alimentación (desayuno y almuerzo) a los niños de las tres parroquias.
Los niños y personas de la tercera edad que viven en esta zona rural son los más afectados ante la crisis, se encuentran en un ambiente de precariedad, que con sus zapatos rotos, descalzos y con ropa desgastada y remendada dan muestra de ello. Debido a la enorme pobreza, no pueden satisfacer correctamente sus necesidades elementales, como una buena nutrición, el acceso a los servicios sanitarios o la escolarización.
Comparten el pan con los más pequeños
Para contrarrestar esta realidad, la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta junto a las Hermanas Misioneras Agustinas Recoletas, desarrollan un Programa de Alimentación en Atapirire sede de la vicaría, donde se alimentan a 35 niños. En Múcura a una hora más al interior del llano, se alimentan 15 niños; y en Boca de El Pao, a 40 minutos más de Múcura se alimentan a 30 niños más.
Norlis Paredes, Directora del Centro Preescolar María Concepción Palacios en Boca de El Pao, señaló que “gracias a la colaboración de ARCORES se le da de comer buenas porciones a los niños, quienes quedan satisfechos y sin hambre”. Además, invitó a todas aquellas personas que quieran sumarse a ayudar con esta institución y las comunidades, que se encuentran sumergidas en carencias y necesidades.
Son muchas las personas que al calor de este proyecto han crecido en generosidad, para donar, ayudar a cocinar; a servir, a llenar los envases con las comidas de los niños.
Yusmari Díaz, beneficiaria y voluntaria de esta labor, expresó “me siento feliz de poder colaborar y recibir este beneficio. Mis hijos y los niños del pueblo se están alimentando gracias a esta labor social, quienes antes recogían mangos o cualquier fruta para poder alimentarse, después de la ayuda de ARCORES se ha logrado brindar sus alimentos. Gracias por el aporte.”
Juannis Perales, quien tiene más de 10 años colaborando en la vicaría parroquial San Agustín, indicó que “en esta localidad la mayoría de las familias no poseen los recursos para poder brindar a sus hijos un desayuno, almuerzo y cena. Por lo que los niños que vienen al comedor se llevan la mitad de la comida cérvida en el almuerzo para poder cenar en sus casas”. Perales, solicitó la colaboración de las personas o instituciones que se quieran sumar a esta causa, para acondicionar el espacio que utilizan para la cocción de los alimentos, donde no poseen refrigerador y los utensilios empleados son prestados.
En ARCORES expresamos no sólo nuestro compromiso solidario; sino que garantizamos con nuestra entrega, el acompañamiento a los pobres, a los que sufren y a quienes se sienten excluidos. Nuestras acciones de caridad y acción social quieren ser una contribución para aliviar sus penas; y también para aportar soluciones que dignifiquen su existencia personal, familiar y comunitaria. Todos nuestros proyectos están, hoy más que nunca, al servicio del pueblo y con mayor énfasis, a los más necesitados.