Gracias al aporte de la Red Solidaria Internacional en el país, la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Chihuahua cuenta con una casa de paso que brinda alimentación y refugio a los inmigrantes.
En la Parroquia de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, en la ciudad de Chihuahua (México), de Agustinos Recoletos, las diversas comunidades parroquiales, grupos y comunidades JAR, se organizaban para llevar comida y ropa de abrigo a los desplazados que por unas horas descendían de “La Bestia”, el tren que atraviesa todo el país y conecta con Estados Unidos; sin embargo, con la justificación de incrementar la seguridad, el gobierno ha puesto mallas o rejas que han disuadido a muchos de ellos de descender del tren en esta zona; por lo que este apostolado que respondía a la urgencia diaria, se ha visto prácticamente suspendido.
No obstante, hace ya casi un año, la misma parroquia ha decidido ofrecer las instalaciones de uno de sus centros pastorales al equipo de Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Chihuahua, donde el agustino recoleto Germán Marquínez es capellán, para la habilitación de una casa de paso que garantice una mejor atención a los inmigrantes.
A los inmigrantes se les garantiza alimentos, ropa, medicinas y albergues para que descansen.
Esta obra, por sus características especiales en infraestructura y permisos gubernamentales, sigue en proceso de construcción. Sin embargo, se espera que ya en un par de meses esté totalmente operativa. Mientras tanto, la familia agustino recoleta que peregrina en Chihuahua, sigue buscando nuevas formas de responder al mandamiento del amor que Cristo nos deja, y a la esencia agustino recoleto de estar y servir siempre donde la Iglesia más nos necesita.