De acuerdo a La Organización Mundial de la Salud; unos 141 millones de ancianos padecen maltrato, ya sea psicológico o económico, por abandono y abusos físicos.
El maltrato del adulto mayor es un problema social que afecta la salud y los derechos humanos de millones de abuelos en todo el mundo.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó el 15 de junio como el Día por la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez; para expresar la oposición a los abusos y sufrimientos infringidos a las generaciones mayores.
En Venezuela, debido a la crisis alimentaria y de salud, los abuelos se encuentran imposibilitados de comprar comida y medicinas; y ahora se están quedando solos porque sus hijos y nietos migran a otras latitudes en busca de mejor vida.
Sin duda, el adulto mayor es uno de los más afectados por la grave situación que atraviesa el país. Ante esta realidad, la familia agustino recoleta continúa esforzándose para atender a los más vulnerables. Y de esta manera, ser una Luz de Esperanza.
Olla solidaria: Unidos para compartir el pan
En la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en las Mercedes, la familia Agustino Recoleta sigue presente. Allí con el sentir agustiniano y trabajando en red, ARCORES impulsa una noble causa para hacerle frente al hambre y desnutrición de las personas de la tercera edad; realizan todos los viernes una olla solidaria en la que atienden a 50 abuelos semanalmente.
El padre, José Alejandro Martínez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, es parte del impulso de una de las tantas obras sociales, que buscan atacar el problema del hambre y desnutrición en el país.
En esta actividad solidaria, se reparte un menú de comida; el cual varía cada semana de acuerdo a la disponibilidad de los alimentos, también comparten una merienda.
La señora Carmen Carrasquero, de 80 años de edad, y quien tiene 14 años asistiendo a esta actividad, comentó que este beneficio es esencial para subsistir. Pero a su juicio; el alimento mayor que reciben es el espiritual.
Hogar San Camilo para ancianos sin techo en Colombia
Se creó en Barranquilla por iniciativa de las Misioneras Agustinas Recoletas y los religiosos camilos. A las dos instituciones les conmovió el dolor y desamparo que sufrían los abuelos en una región en la que trabajan juntos desde 1983.
Al ver esta situación de desamparo y condición “sin techo” de tantos ancianos, ambas congregaciones ponen en marcha el Hogar en 2001.
Su objetivo es recoger y dar atención integral al adulto mayor abandonado y desprotegido. Atiende a 65 ancianos proporcionándoles en lo posible todo lo que necesitan. La mayoría habían quedado solos y se encontraban en situación de calle.
Además funciona como centro de día para otro grupo de entre 80 y 90 ancianos; que acuden todas las tardes para esparcimiento y compartir tiempo, compañía y actividades con los que viven allí. Se ha establecido un equipo de trabajo compuesto por una psicóloga, el jefe de enfermería, dirección, administración y personal de servicios generales.
Los abuelos; forman parte esencial de la comunidad cristiana y de la sociedad. Representan las raíces y la memoria de un pueblo.
“Los ancianos son una riqueza, no se pueden ignorar; porque esta civilización seguirá adelante sólo si sabe respetar su sensatez y su sabiduría”,nos recuerda el Papa Francisco.