“Es indispensable colaborar para construir. Esto es lo que el apóstol san Pablo recomienda a la comunidad de Corinto: «Os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir» (1 Co 1,10). La construcción del Reino de Dios es un compromiso común de todos los cristianos y por eso se requiere que aprendamos a colaborar, sin dejarnos tentar por los celos, las discordias y las divisiones. Y en el actual contexto, es necesario reiterar que: «Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace acepción de personas» (Mensaje Urbi et Orbi, 12 abril 2020). Para preservar la casa común y hacer todo lo posible para que se parezca, cada vez más, al plan original de Dios, debemos comprometernos a garantizar la cooperación internacional, la solidaridad global y el compromiso local, sin dejar fuera a nadie.” (Papa Francisco, JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2020).
La red Internacional ARCORES realiza una intensa labor en la atención a las personas migrantes y refugiadas, tanto en sus condiciones de vida como en la reivindicación de sus derechos.
En concreto ARCORES Filipinas, tiene en marcha un programa de atención integral a la población migrante en Taiwan y en Saipan, islas Marianas (USA).
En Taiwan el trabajo se articula a través de las parroquias de la misión de Agustinos Recoletos en la isla. El programa integral contempla: acompañamiento a los trabajadores migrantes en cuestión de permisos, derechos laborales; acompañamiento psicológico y espiritual; organización de actividades lúdicas y deportivas. En casos especiales, especialmente en relación con los trabajadores migrantes desplazados, nuestros conventos comunitarios están abiertos como alojamiento temporal para ellos.
Durante la pandemia de COVID-19, muchos de los trabajadores migrantes se han visto gravemente afectados. ARCORES Filipinas ha participado activamente en la organización de la protección de sus derechos laborales y su estatus de residencia.
Un trabajo similar de atención integral a los inmigrantes, especialmente Filipinos, se realiza en Saipán, territorio de Estados Unidos en la región del Pacífico. La pandemia COVID-19 también afectó a gran parte de los trabajadores de esta zona; la comunidad parroquial, a través del liderazgo del P. Albert Pellazar OAR, también coordinador local de ARCORES, organizó una respuesta de ayuda alimentaria ante la pandemia. La comunidad parroquial sigue prestando apoyo material a las familias migrantes afectadas.
Oración:
Padre, Tú encomendaste a san José lo más valioso que tenías: el Niño Jesús y su madre, para protegerlos de los peligros y de las amenazas de los malvados.
Concédenos, también a nosotros, experimentar su protección y su ayuda. Él, que padeció el sufrimiento de quien huye a causa del odio de los poderosos, haz que pueda consolar y proteger a todos los hermanos y hermanas que, empujados por las guerras, la pobreza y las necesidades, abandonan su hogar y su tierra, para ponerse en camino, como refugiados, hacia lugares más seguros.
Ayúdalos, por su intercesión, a tener la fuerza para seguir adelante, el consuelo en la tristeza, el valor en la prueba.
Da a quienes los acogen un poco de la ternura de este padre justo y sabio, que amó a Jesús como un verdadero hijo y sostuvo a María a lo largo del camino.
Él, que se ganaba el pan con el trabajo de sus manos, pueda proveer de lo necesario a quienes la vida les ha quitado todo, y darles la dignidad de un trabajo y la serenidad de un hogar.
Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que san José salvó al huir a Egipto, y por intercesión de la Virgen María, a quien amó como esposo fiel según tu voluntad. Amén.