Este año, ARCORES Costa Rica ha podido retomar las actividades propias de Semana Santa, que el año pasado se vieron truncadas por el inicio de la pandemia. Como es costumbre, el grupo de formandos y la comunidad de frailes de la casa de formación San Ezequiel Moreno apoyó la misión que tiene la Orden Agustina Recoleto en la parroquia de Puerto Viejo, en Sarapiquí. Esta parroquia cuenta con una extensión bastante amplia y con familias que se han visto sumamente afectadas por la falta de empleo. Por ello, ARCORES les ha llevado esperanza y solidaridad.
A lo largo del año, durante las misas en el seminario, los frailes destinados en el seminario han solicitado a los fieles que asisten a la eucaristía allí colaboración para recoger alimentos no perecederos, y estos han respondido con gran generosidad, por lo que durante estos días se han llevado a las familias más necesitadas de la misión en Sarapiquí. También han dejado una parte de estos víveres a cargo del párroco, fray Carlos, que conoce las necesidades de los fieles y así puede distribuirlos de una manera adecuada.
Como dijo San Agustín, “quien toma los bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien los ayuda, es un virtuoso de la justicia”.