La activista filipina de la ONG Karapatan Zara Alvarez ha sido asesinada en lo que los observadores por los derechos humanos llaman la “guerra contra los disidentes”, llevada a cabo por la administración de Rodrigo Duterte.
Arcores Filipinas y Karapatan, junto con otras asociaciones de la sociedad civil de negros, trabajan conjuntamente en la recopilación de datos sobre abusos de derechos humanos y víctimas de la militarización en la isla de Negros. Es por ese motivo por el que Alvarez empezó a colaborar con nuestro proyecto y, de hecho, en los últimos meses, se había volcado en el apoyo al proyecto de creación de eco-mascarillas para prevenir la Covid-19. Ella misma ayudaba en el reparto de las mismas en las comunidades más afectadas por la pandemia.
Exdirectora de educación de la Alianza por los Derechos Humanos de Karapatan, Zara Alvarez ha muerto el lunes 17 de agosto, tras recibir seis disparos cuando volvía a su casa tras comprar comida para la cena.
A pesar de que la policía local dijo que fue asesinada por un atacante no identificado, testigos han asegurado que el asaltante escapó gracias a la ayuda de otra persona en una motocicleta. En la investigación llevada por el Gobierno, se ha dejado entrever la vinculación de la víctima con ‘grupos de izquierda’ como posible móvil del asesinato.
El asesinato de la activista se ha producido pocas semanas después de que Duterte promulgara la controvertida legislación antiterrorista, que permite arrestos sin orden judicial y detenciones más prolongadas sin cargos, disposiciones que advirtieron los expertos legales que podrían dirigirse a cualquiera que critique al presidente.
Debido a la realidad que se esconde tras este asesinato, desde la Red Internacional de ARCORES denunciamos públicamente este terrorífico acto y mantenemos nuestro compromiso de defensa de los derechos humanos y la justicia en Filipinas.